Emergentes, un nuevo espacio de divulgación del arte


Con pasión y determinación, la docente universitaria Cristina Estrada Albeño, originaria de Santa Ana, al occidente de El Salvador, dedica sus esfuerzos a visibilizar el talento de jóvenes poetas y artistas emergentes en disciplinas como la pintura y el teatro. Con este propósito, ha creado «Emergentes», un proyecto cultural que sirve como plataforma de difusión para las nuevas voces del arte en la zona occidental del país. 

“Emergentes nace como una propuesta para crear espacios de interacción y de divulgación (para) aquellas personas que tengan poemarios inéditos o que tengan pequeños libros, pero que no han sido promovidos, personas que están en la búsqueda de espacios en donde integrarse y crear comunidades culturales (en donde) poder escuchar recitales o participar en ellos”, señala Estrada. 

La gestora, quien actualmente ejerce la docencia en el Centro Regional de Occidente de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), afirma que ella ha gustado de escribir poesía desde la infancia, de ahí viene su interés por reactivar esta cultura e impulsar el conocimiento de la literatura en su departamento. 

El nombre de Emergentes, según afirma, viene precisamente vinculado a la idea de darle voz a los poetas y poetisas jóvenes que están empezando y quieren introducirse a este mundo, pero que no han encontrado cómo hacerlo. 

La investigadora revela que sus estudios en Santa Ana evidencian una necesidad urgente de transformar percepciones culturales arraigadas, particularmente el estereotipo de que los jóvenes no leen. «Contrario a lo que se cree, existe en la ciudad una vibrante cultura lectora entre las nuevas generaciones. Mi investigación actual sobre hábitos de lectura ha demostrado que muchos jóvenes no solo leen con frecuencia, sino que incluso superan en este hábito a varios docentes». Este hallazgo, según explica, la sorprendió gratamente y desafía los paradigmas tradicionales sobre prácticas culturales juveniles. 

Estrada expone que hay jóvenes interesados en el tema de la poesía, sin embargo, no encuentran lugares físicos para poder reunirse con sus amigos. “No hay muchos clubes de libros o de lectura en donde puedan expresar. Conozco a muchos jóvenes que escriben poesía de una forma hermosísima y quieren seguir formándose en esas áreas, pero no tenían estos espacios”. 

En enero de este año Estrada Albeño montó en un local de Santa Ana, una muestra de obras de Cristian Lucero, un pintor de Chalchuapa, la cual llevó por nombre “Metamorfosis”, la cual prevé impulsar nuevamente ya bajo el sello de Emergentes. También a finales de febrero, en Café Expresión Cultural, con apoyo de Ángel Mármol, abrió un espacio para presentación de poesía y lanzó oficialmente su proyecto. En esa ocasión contaron con participación de Magdalena, una octogenaria que, según nos contó, es poseedora de una memoria increíble y declama de forma magistral. “Ella es un adulto mayor de acá de Santa Ana y la hemos conocido a través de las iniciativas que tiene el Museo Regional de Occidente, con la dirección de Juan Carlos García, que es un buen amigo; y también con la apertura de la Fundación Primavera, que se encarga de motivar y fomentar el desarrollo integral de los adultos mayores en occidente”. 

¿Cómo nace la idea de crear Emergentes para impulsar el arte en esa zona del país? La catedrática afirma que, aunque a ella siempre le gustó la literatura y específicamente la poesía, la idea de crear este proyecto nació durante un proceso de duelo tras la muerte de su madre. 

“Creo que la única persona que siempre tuvo una fe ciega en mí, en que yo siguiera ese camino (de las letras) fue mi madre, pero por azares de la vida me dediqué a otras cosas y descuidé esa parte. Hasta hoy mayor y tras la muerte de mi mamá es que yo me pongo a reflexionar en que la vida es tan corta que no hay que dejarla pasar, hay que pasar por ella y no dejar que la vida nos pase. Entonces 31 días antes de que mi madre muriera, ya ella enferma, escribo un poemario en donde trato de retratar las etapas de la vida, desde el amanecer hasta el ocaso del ser humano. Hay muchos poemas en ese texto que hacen alusión a ella, hay muchos que se los dedico a ella”, precisó. 

La poetisa también detalla que, para ella, Emergentes es como darle respeto a la confianza que su madre le tuvo, y reconocer que, más allá de las posibilidades de talento que el ser humano pueda tener, el alma tiene que moverse y tiene que estar en constante acción. 

El poemario que esta profesional santaneca escribió, en la noche del 31 de enero, cuenta con alrededor de 20 poemas. Su obra en honor a su madre, Isabel Cristina, lleva por título “Recomposición, guijos del tiempo” y está en proceso de registro. Por lo menos siete de esos poemas ya han sido leídos en público durante jornadas culturales que ella impulsa, entre esos escritos está uno con el nombre de su madre, quien era una amante de la literatura, originaria de Ahuachapán y murió a los 67 años: “En ese poemario yo trato de hacer una catarsis”. 

Recuerda como su madre le presentó la obra de Alfredo Espino del cual dice hasta el sol de hoy es su poeta favorito. «Yo sueño conque los artistas tengan oportunidad de conocerse, de influenciarse, de no tener ni sesgos ni envidia, sino que sea una nueva forma de hacer una comunidad artística grande y fortalecida, porque es tan hermoso poderse sentar con las personas y hablar de sus obras, de sus propósitos en la vida y no tenemos esa oportunidad, estamos muy separados y funcionamos artísticamente como islas, porque también noto que hay una gran diferencia entre aquellos que ya están establecidos y los que nos queremos ir haciendo camino”, insiste la escritora. 

En la actualidad Estrada, además de sus actividades docentes, investigativas, así como la gestión cultural, también está preparando nuevos libros, esto como parte del estallido de la creatividad que se ha dado de nuevo en su mente y corazón tras la partida de su mamá y como ella dice “tras muchas conversaciones con Dios”.  

“Cuando era jovencita incluso en mis libros de matemática, de Física y de Química, en las orillas de sus páginas, yo solía escribir un poema durante mis clases, porque ahí llegaba la inspiración”, comentó. Aunque la poeta dice que su madre no pudo escuchar su poemario sí supo que lo había escrito, que había vuelto a escribir poesía y fue como una manera de decirle que se podía ir tranquila porque ya había vuelto al camino de la poesía. 

Los interesados en divulgar sus piezas literarias y su arte en general pueden contactar a la docente Cristina Estrada al correo electrónico cristinaestrada.a@gmail.com 

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