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Lluvia, poesía y anécdotas para Zélie Lardé

Zélie se reencontró con sus hijas en medio de la lluvia, fotografías empapadas y lectura de varios textos escritos por ellas y su esposo, Salarrué.

Por: Iván Escobar (*)
Es octubre, el invierno está por decir adiós en el trópico centroamericano, no obstante, la tarde de este sábado 27 de octubre de 2018, ha caído una fuerte tormenta minutos antes del 1er. Homenaje a la pintora salvadoreña, Zélie Lardé, esposa del escritor Salvador Salazar Arrué (Salarrué). El punto de encuentro era el parque memorial La Parcela, un ala del cementerio general “Los Ilustres”, de San Salvador, donde se encuentra la tumba de la artista plástica, literalmente invisibilizada en los últimos años.

Esposa del ilustre escritor Salarrué y madre de también tres pintoras, es decir, parte de una familia que heredó a El Salvador sus obras, que muchos en pleno siglo XXI, desprecian o desconocen.
Lardé es “la primera pintora que manifiesta la tendencia primitiva de El Salvador”, recordó Tania Primavera.
La actividad conmemorativa fue convocada por la periodista salvadoreña Tania Primavera, quien en los últimos 15 años se ha dado a la tarea propia de investigar todo lo relacionado con la familia Salazar Lardé. El pasado miércoles 24 de octubre de este año, por iniciativa propia llegó hasta este cementerio, y tras rastrear intensamente el destino de la tumba Zélie, consiguió ubicarla en La Parcela, en medio de malezas; una tumba humilde y despintada, con una cruz forjada en hierro, que de acuerdo a Primavera, podría haber sido elaborada por “Maya”, una de las hijas de Salarrué, “ya que se parece a la cruz que adorna la tumba de Salarrué”, acotó.
“Sagrado Corazón en vos confío”, reza la leyenda sobre la tumba de Zélie, quien falleció el 27 de octubre de 1974, a causa de una enfermedad terminal. Salarrué murió al año siguiente, el 27 de noviembre de 1975.
Zélie y Salarrué se casaron en 1923 y procrearon a tres hijas: Olga Teresa, María Teresa y Aída Estela, también pintoras, y que siguieron los pasos del arte y la cultura inculcados por sus padres.
Este homenaje espontáneo se realizó sin la presencia de instancias o colectivos que dicen reconocer la obra de Salarrué.
Durante este homenaje, a 44 años de su partida física, se reencontró con su amado, con sus hijas que llegaron en manos de Primavera, en fotografías antiguas que se colgaron en el árbol de marañón que da sombra a la tumba, en este camposanto.
Hoy su memoria fue recordada, sus canciones de ópera que tanto le gustaban fueron escuchadas en el silencio del cementerio, entre la humedad y frescura provocada por la lluvia que llegó previamente, al homenaje, al recuerdo.
Hoy Zélie se encontró con sus hijas, en medio de la lluvia, fotografías empapadas, lectura de los textos escritos por los Salarrué, como llama a la familia, Tania, y que considera que es el momento de comenzar a visibilizar a esta mujer que destacó en su tiempo, y que merece ser recordada cada 27 de octubre, por su legado.

(*) Reproducción autorizada. Versión original publicada en en blog PuntosD3Encuentros.

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